Desde que probé las empanadillas las encargo para todas las fiestas, es lo primero que se acaba en la mesa. Tanto las típicas criollas (de carne) como las de queso están de muerte. Con tanto que organizar es un alivio, sólo tengo que llamar al Embajador y para el día señalado me las tienen recién hechas y perfectamente embaladas.
Gracias por todo, el cumpleaños salió genial, todo estaba buenísimo y quedamos muy contentos con la comida. Da gusto poder invitar a los amigos a un precio justo y disfrutar del aire libre. Además mucha gente no conocía el asado a la estaca, así que fue algo novedoso y original. Sin duda, repetiremos.